De Regreso a Chiquian

Primer Puesto

Tercer puesto Concurso "Historias de Bolognesi 2010"

chiquian-peru.com

 


Me parecía increíble regresar después de 27 años… ahí estaban "los cerros pintados" como los llamaba cuando era adolescente en mis 16; era la última vez que los había visitado; pasaban las imágenes por mis ojos, recordaba cada trecho: los árboles, el pasto, los animales, el olor a tierra seca pero que despejaba todo mi trayecto respiratorio, el oxígeno entraba en mi cerebro y se regocijaba en mis neuronas. Sentía una sensación indescriptible, era un placer mezclado con mucha paz interior, pero también una inmensa alegría de sentirme allí.

Había ensayado ir muchas veces pero después de los preparativos siempre me quedaba con los crespos hechos, como se dice en el argot criollo.

Una vez recuerdo que ya con los pasajes comprados y los planes hechos con mi hermana Norma, resultó que enfermé y tuve que ir a la cama en vez de, a la estación; por eso sentía, que mi sueño se había hecho realidad, es decir ya no me cabía dentro de la cabeza tanta dicha.

Chiquián, es un pueblito muy bello, se ubica en la parte nor-este de la provincia de Bolognesi de la cual es su capital y forma parte de la región Chavín en el departamento de Ancash , en Perú. Sud América. Se encuentra a 3,350 m.s.n.m. tiene 6,500 habitantes y una superficie aproximada de 184,165 km2 Su clima es seco y oscila entre frío y templado. La gente del lugar lo llama " El espejito del cielo " porque está en el territorio de la cordillera de Huayhuash. La mixtura de paisajes avasalla mágicamente a los turistas cuando miran el camino al viajar y sorprende con nuevos escenarios a quienes gozan del permanente contacto con la naturaleza al pasar por la Laguna de Conococha. En el trayecto los árboles de molle, eucalipto y el amarillo de las flores de la retama contrasta magníficamente con el verde de los cerros. Al entrar a Chiquián el sol se siente plácidamente al igual que la acogida de los chiquianos. Yo no soy chiquiana pero siento una gran admiración por la gente de ese lugar, realmente es algo insólito al escuchar a las personas natales, lo florido de su vocabulario es como si fueran tierras mágicas que votaran de sus profundidades gente con grandes cualidades líricas; o será que el bello entorno les hace parecer como tales, pues todos aparecen como poetas al referirse al terruño, mas allí en ese perfecto lugar nacieron mis padres, ¡cómo no quererlo entonces!.

De Regreso a ChiquianRecuerdo cuando fuí por primera vez, mejor dicho cuando mi madre nos llevó, íbamos en un carro chevrolet alquilado. En ese tiempo se rentaba un carro que recogía en la puerta de la casa y nos llevaba al destino que quisiéramos. En ese momento fué a Chiquián. Mi madre siempre andaba con sus cinco hijos a todas partes y mas bien mi padre prefería quedarse en casa. Esa vez fué así y no nos acompañó como hubiéramos deseado todos. Pero de esa fecha lo que viene a mi mente, después del viaje que fué de lo más entretenido, bueno para mi, ya que mi hermana se puso mal se mareó y tuvo náuseas, tanto que llegó al vómito. Para ella fue terrible, pobrecita. Decía que lo que añoro son los días acompañada de mi abuelo don Perfecto Bolarte Calderón, él me llevaba de la mano por las calles de chiquián paseábamos juntos, me contaba cuentos, hasta me enseñaba matemáticas planteándome una serie de problemas que mi hermano y Yo debíamos resolver. Era muy entusiasta y ameno. Se me revela cuando estando en la Plaza de Armas de Chiquián, se sentaba en una banca y me veía jugar y saltar, subir y bajar del asiento de madera del parque y se reía por mi inquietud. De regreso a casa nos invitaba galletitas de letritas, las cuales comíamos con él y éramos muy felices. Aunque mi hermano César era un poco grosero porque aparte de comer suculentamente, se echaba mucho más a los bolsillos y se iba llevándose estos, como para que no le falte el refrigerio en el camino. Así pasábamos lo días en ese, Espejito del Cielo, que a la mayoría de personas que lo visita deja tantas vivencias que se convierten con el tiempo en los mejores recuerdos.

Según los historiadores se piensa que los primeros hombres que entraron a la región de Chiquián fueron de procedencia típicamente Chavín. Se dice que esta población era muy numerosa, sabemos también que al menos los lugareños eran relativamente altos y fornidos, hombres que llegaban a un promedio de 1,70 m. de altura y mujeres alrededor de 1,60; algunos llegaban a 1,80 m. Según los restos de cráneos, los costeños eran de rostros redondeados, en tanto que los de chavín los tenían más bien alargados; ambos con cráneos mesocéfalos. Existen imágenes de mujeres maduras ligeramente gordas, en vasijas procedentes de la costa norte, donde también se conoce la imágen de una anciana de rostro muy arrugado, de cara bastante pequeña y angulosa.

Según los estudios en vigencia, los chavinenses tenían muchos problemas dentales, presumiblemente derivados de un fuerte consumo de carbohidratos, pese a que su alimentación estaba siempre asociada con el consumo de carne y pescado, además de mariscos. Había una distribución irregular de alimentos, porque se nota que mientras que algunos restos muestran un buen desarrollo óseo, otros tienen osteoporosis avanzada desde muy temprano, lo que además se combina con diversas formas de reumatismo.

La diferencia entre el hombre y la mujer parece significativa, aun cuando el papel que el sexo femenino jugaba en la liturgia era muy importante.

Los peinados eran de tres tipos: con moño, suelto y con trenzas. En los peinados sueltos hay diferencia entre hombre con cerquillo, y mujer peinada para atrás, según se aprecia en dos bellas esculturas en hueso que fueron halladas en la Galería de las Ofrendas. El peinado con moño encima de la cabeza era el más común; había de dos tipos: amarrado con lazo y sin él. El trenzado es usado por ambos sexos. También se usaba una cinta sujetadora que pasaba por la frente, con fleco atrás.

En cuanto al vestido, los varones usaban, todos, un taparrabo hecho a base de una tela que se ponía entre las piernas y se sujetaba en la cintura. Algo similar a los pañales actuales. Solían tener una o dos borlas terminales, que pendían de la cintura. Las piernas, brazos y el dorso quedaban desnudos, aunque en algunas ocasiones, y ciertos personajes, se cubrían el dorso con una camisa corta (chusma) que terminaba en flecos o una esclavina o pequeñísimo poncho que apenas cubría los hombros y la parte alta del pecho y la espalda. Las mujeres usaban una túnica que le llegaba hasta los pies y hay varias evidencia que muchas llevaban el pecho descubierto, tal vez con sólo un manta larga a modo de falda. Los sacerdotes y personas importantes llevaban, además, un manto (hombres y mujeres) que les cubría los hombros y las espaldas y que podían llegar hasta la altura de las rodillas. Estos mismos personajes podían llevar una falda o camisa con flecos, que llegaba hasta encima de las rodillas.

Los hombres comunes llevaban sólo el taparrabo y tal vez una manta para cubrirse; los cargadores y cargadoras llevaban los cántaros sobre la cabeza y las cargas de la espalda sostenidas por la frente. Los peregrinos y los sacerdotes de Chavín se diferencian por los detalles de los tocados y la iconografía de sus vestidos y adornos.

… El camino en el viaje, primero asfaltado y después pura tierra y la ondulante travesía por los caminos curvos a veces bastante cerrados y otras menos, todos eran precipicios pero al fondo de los cuales habían chacras, regadíos, centros de engorde del ganado, lanar y vacuno que allí vivían, se anteponían los lindos árboles y colorido paisaje; de vez en cuando se cruzaban personas llevando costalillos o paisanitas pastando sus ovejas; hasta dos perros embistieron el auto, asustados por la ruptura de su tranquilidad a la que estaban acostumbrados, el ruido del carro los inquietó y asustó.

Todo el viaje fué muy agradable a no ser por varios impases con el carro, primero al salir tomamos un camino equivocado y tuvimos que regresar, ya habíamos avanzado por lo menos una hora y media , cuando Norma dijo: Creo que este no es el camino, me parece raro pasar por estos lugares, Victor creo que nos hemos salido de la ruta. Y estaba en lo cierto habíamos avanzado un buen trecho pero nada , dimos media vuelta y reiniciamos la marcha pero ahora sí con la verdadera ruta. El otro impase fué cuando se recalentó el motor y quedarnos en la parte más alta, por más o menos una hora, enseguida no sé si fué por sugestión de los 1800 mts sobre el nivel del mar en el cual nos encontrábamos, pero nos faltaba el aire, allí nos quedamos quietos, sin movernos siquiera hasta que el motor del carro se enfriara ya que todavía faltaba una buena parte del viaje para llegar. Había que tener mucho aguante y paciencia , después de todo eso le daba un tinte de aventura.

Durante el camino nos detuvimos muchas veces, el carro de Victor no era muy moderno que digamos pero le había hecho una revisión exhaustiva antes de partir y pensó que estaría listo para el trayecto.

Cada cierto tiempo debíamos parar a comer en distintos lugares ya que salimos muy temprano sin desayunar, claro que no era conveniente que nos excediéramos porque nos podríamos poner mal en el camino. También aprovechamos en algunas paradas para preguntar si íbamos por el camino correcto ya que para ir a Chiquián hay demasiados desvíos y aunque viaje una persona seguido, siempre se confunde.

Las veces anteriores Victor había ido en carros particulares de distintos amigos pero era la primera vez que experimentaba con el suyo.

Viajábamos en el carro: Victor mi cuñadito y compadre porque es el padrino de bautismo de mi hijo Carlos, mi hermana y comadre Norma en la parte de adelante; atrás de izquierda a derecha; Carlitos mi hijo, Yo y mi madre, la señora Mistila. Mi padre no había querido ir al viaje porque tiene una dolencia en las rodillas y no resiste mucho tiempo sentado.

Viajábamos al son de diversos tipos de música pero cuando estuvimos cerca de chiquián solo la propia del lugar.

Cuando llegamos ya estaba oscureciendo, la luz no es muy clara allí pero sí alumbra, un grupo de amigos conversaba y se reía en medio de la plaza de Armas, tomando sus infaltables cervecitas. Al vernos Jorge, amigo de Victor, se hinchó de alegría y quizo darle un gran abrazo a su amigo a quien había estado esperando por más de tres horas, tanto fué el entusiasmo que resbaló y fué a dar delante de las ruedas del carro, pero la buena reacción de Victor hizo que el carro se detuviera en seco y no lo cogiera, enseguida los otros amigos ayudaron a Jorge a incorporarse (por poco ocurre una desgracia por la emoción de Jorge) y olvidando el incidente abrazó a su amigo esperado y le replicó por la tardanza; pero ya nada era importante ahora ya estaban juntos en otro ambiente pero unidos en un solo sentimiento, el amor por la tierra chiquiana.

Después de comentarios de saludo nos dirigimos a la casa de Jorge, que ahora se convirtió en casa de hospedaje. Al llegar a la calle del lugar, recordé las calles estrechas, las casitas rústicas y enormes terrenos donde se levantaban las paredes de adobe con grandes huertos en su interior; parecía que nada había cambiado en esa zona, estaba todo igual, hasta los silenciosos caminos se repetían como una filmación.

Cuando bajamos recién sentimos el cambio de altura , esto afectó a todos menos a Norma y Victor, ellos demoran menos tiempo para aclimatarse pues van todos los años y su cuerpo como que ya se acostumbró. Dicen que para que un cuerpo se adapte al nuevo ambiente necesitará por lo menos seis horas. Estábamos subidos de peso también, por eso nos faltó el aire; felizmente Norma y Victor quienes son médicos, nos habían preparado todo el camino con pastillas y mate de coca, que habían llevado en un thermo. Norma siempre es muy precavida y "mujer precavida vale por dos".

Es gracioso decirlo pero Victor ahora se había convertido en el médico de los chiquianos, lo quieren mucho y él también a todos; pero eso tiene un motivo, pues bien, empezando por decir que Victor no es chiquiano, sí, increíble pero es verdad, él es natural de Chimbote. sin embargo hace 19 años que viaja para las fiestas costumbristas en honor a Santa Rosa, patrona del pueblito de Chiquián. Estas fiestas se celebran el 30 de Agosto de cada año. Mi madre lo llevó por primera vez allá por el año 1989 para que conociera lo lindo que era aquel lugar, Victor quedó maravillado del acontecimiento y desde ahí, nunca dejó de participar en el evento, cada año, infaltable, tanto así que se hizo médico de cabecera de todo el pueblo , sobre todo durante la llamada "corrida de toros" , donde hay gente que se pasó de tragos "borrachitos" quienes con un pañuelito se lanzan a torear a los toretes que llevan a la celebración, esto se realiza el último día de las fiestas. (todo el desarrollo de la misma lo haré un poco más adelante), ahora es la impresión de haber regresado al "espejito del cielo" después de 27 años.

Allí estábamos en la casa de hospedaje, enseguida salieron Don Pablo Vásquez con su esposa padres de Jorge muy cariñosos y atentos , nos invitaron a ponernos cómodos y descansar del viaje en los dormitorios que habían reservado para nosotros; la primera impresión que nos dió fué de confort pero cuando utilizamos las habitaciones no resultaron tan cómodas porque faltaba un poco de aseo y la therma para agua caliente no funcionaba bien se había averiado y ese día tuvimos que bañarnos con agua helada. Sin embargo el afecto con el cual nos recibieron contrarrestaba todo lo demás, por otro lado comprendíamos que los padres de Jorge ya no son tan jóvenes y les cuesta mucho trabajo hacer ciertas cosas como acomodar los cuartos.

En un cuarto dormiría la pareja (Norma y Victor) y en el otro mi hijo Carlos , mi madre y Yo. Así es como lo habían dispuesto los dueños cuando hicieromn la reservación, mis hermanos desde Lima.

Después de instalarnos nos dimos un baño y salimos a caminar por la Plaza de Armas , no queríamos perdernos ni un solo momento de disfrutar del placentero viaje, a pesar de que no nos sentímos tan bien por el cambio de presión ambiental y el exceso de peso con el cual contábamos en ese momento.

Hacía frío, se podía sentir en nuestro rostro el aire helado que rosaba nuestras mejillas, algunos dicen que calma con un trago que llaman "chinguirito" (una bebida típica de la zona), pero ni el abrigo ni el trago, sino una buena caminata es la solución. La verdad es que las noches son agradables y bellas allí ya que solo basta levantar la vista al cielo para tener una clase práctica de Astronomía . Allí están todas las constelaciones justo al alcance de la mano y junto con el bajo alumbrado, hacen una escena romántica.

Entramos a un restaurante típico al cual subimos al segundo piso, tenía unas escaleras estrechas de cemento, este desembocaba en un ambiente lleno de mesas de mediano tamaño. Había una señorita que, muy amablemente atendió nuestros pedidos. En este mismo ambiente a un costado se ubicaban cerca de siete cabinas de Internet . ¡ increíble ! en un pueblito tan pequeño, ya hay comunicación con la capital y con todo el mundo. ¡Como ha avanzado la tecnología ! y que bueno pensé.

Nos ubicamos en una mesa y pedimos un cafecito caliente para contrarrestar el frío, mientras lo servían mi hijo y Yo pedimos servicios de Internet y nos pusimos a chatear con la gente de Lima, algunos amigos que quise encontrar no habían entrado a su Messenger, otros sí. Nos quedamos allí hasta que sirvieron algo de comer, el tiempo del Chat nos quedó corto y tuvimos que cortar la charla para poder tomar los alimentos. Luego salimos a seguir paseando para aprovechar lo que quedaba de la noche.

Caminando en los alrededores de la Plaza, vimos un atrio levantado para la música y presentación de números folklóricos, escuchamos que habría una verbena por fiestas patrias pues era 28 de Julio, fecha en que se celebra la Independencia del Perú porque un día como ese en 1821, don José de San Martín encontrándose en un balcón frente a la Plaza Mayor dijo: "El Perú desde este momento es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende" ¡ Viva la Patria!, ¡ Viva la Libertad! ¡ Viva la Independencia ! "

Esperamos un buen tiempo y como no comenzaba el show el cansancio nos hizo regresar a la casa de hospedaje y dormir.

Al día siguiente tuvimos una agradable y húmeda sorpresa; por supuesto, luego de tomar un opíparo desayuno con una buena taza de leche del establo, dos panes abarrotados con el famoso queso chiquiano y abundante jamón con mote, luego a caminar como para bajar los alimentos; Enseguida casi a medio kilómetro se escucha el alegre rumor del agua, es la catarata de Usgor con unos quince metros de caída. Observándolo en un momento vimos un pequeño arcoiris que se formaba en torno a ella, a causa del reflejo de los rayos del sol. ¡ Fué un momento mágico ! . prácticamente nos quitó el sueño a mi madre y a mí , no habíamos dormido nada por problemas de adaptación al clima seco, pero la emoción del paseo hizo que nos bañáramos y saliéramos.

Cuando regresamos ya eran las 11 de la mañana y encontramos mucha gente en la puerta de la casa de hospedaje, se inauguraría una pista asfaltada recientemente para hermosear la zona, esto le gustó mucho a mi madre quien había conocido toda la acera de tierra y se puso muy contenta al ver que al fin habían mejorado la calle. Se habían hecho presentes bandas de música folklórica y hasta fueron las autoridades del lugar, vimos mesas llenas de exquisitos potajes. Una buena cantidad de las personas asistentes había ocupado los grandes salones de la casa, gente entusiasta y alegre que se confundía en la recepción, bailamos todos al compás del conjunto lindos huaynos, de vez en cuando sentíamos las quejas del corazón que recién se acostumbraba a las alturas pero ahí estábamos con el entusiasmo, poco a poco nos adaptamos al clima y cuando nos dimos cuenta ya no sentíamos fatiga. Dicen que el cuerpò humano demora más o menos siete horas para adaptarse a la nueva situación. Lo que más me llamó la atención en esa reunión fue la mezcla de las diferentes clases socio-económicas en un solo grupo que danzaban sin pretender ser alguno mejor que el otro, de lo cual mi hermana me hizo un comentario al respecto: "Es que aquí todos somos iguales y todos se comportan como si fueran dueños y nadie dice nada " me dijo, la verdad es que me impresionó mucho pero a la vez me hizo sentir muy bien.

Por ahí salían de rato en rato Martin y Jorge los dos grandes amigos de Victor pasando en bandejas los traguitos (cocktailes y chinguirito) Yo no acepté ninguno porque todavía me estaba adaptando al clima y la altura, pero ganas no me faltaban.

Después que terminó la celebración, salimos a seguir paseando por las calles del pueblo, ahí estaban las casitas con altillos y balcones de madera formando sus angostas calles , como las de El Comercio y Dos de Mayo sus vías principales, las tiendas de ropa vendiendo ponchos para el frío, chalinas de colores que se habían puesto de moda (Norma se había tejido más de una docena, de todos los tipos), también vendían chuyos. Carlitos se compró uno para abrigarse pues era la primera vez que iba a un clima con tan baja temperatura, muchas de las lugareñas usaban sombreros con la roja flor de la cantuta prendidas en ellos y una sonrisa en los labios; los hombres sombreros grandes y ellos enfundados en ponchos color marrón oscuro nos saludaban con confianza. Así fuimos conociendo o recordando cada lugarcito de nuestro querido Chiquián. De vez en cuando me quedaba un poco atrás para apreciar los cerros tan coloridos y armoniosamente ordenados pues los chiquianos conservan muy lindas y cuidadas sus áreas verdes.

Recordaba cuando en mis 16, recorría las calles de chiquián con mi primo Javier , ahora él ya tiene su familia y vive en Huaráz. Por aquellos días íbamos bailando al compás de la banda por las calles del pueblito y no teníamos preocupación de la hora, ni del recorrido solo danzábamos, eran en los días de las fiestas de la patrona del lugar Santa Rosa de Lima, que celebra todos los años. No solo había una sinó muchísimas más a las cuales asistía acompañada de él. En ese recorrido me divertí harto, amanecíamos de claro en claro casi no dormíamos yendo de casa en casa de los funcionarios en las cuales habían bandas de música que no solamente tocaban dentro de las casas sino que salían a las calles, como los pasacalles y así danzando y cantando íbamos invitando a unirse a cuanto cristiano veíamos en las calles y contagiando nuestra desbordante alegría.

La fiesta se inicia el 28 de Agosto y se extiende durante ocho días. Toda la gente del pueblo se viste de gala y esperan con mucha expectativa la representación de la captura del Inca Atahualpa por los conquistadores españoles, hay batalla de confites (caramelos), todo el pueblo participa mientras desfilan soldados montados a caballo por las angostas calles del pueblo quienes se dirigen al lugar donde se dramatiza la lucha y captura. Desfila el capitán que es el funcionario principal de la fiesta con sus acompañantes, al costado va en Inca Atahualpa acompañado de su general Rumiñahui y las hermosas pallas, danzando y al lado de las cuales va el gran Pizarro.

A la par se degustan una diversidad de potajes como: Picante de cuy que es un guiso de cuy cocinado en salsa de maní y ají panca; Cuchicanca, lechón tierno adobado en vinagre y horneado, servido con papas sancochadas y mote (maíz desgranado y hervido); Tamales, es una masa de maíz relleno con carne, envuelta en hojas de plátano y cocida al vapor; Charqui, carne de cerdo y salada; Llunca kashki con gallina, sancochado de gallina con trigo y huacatay; Pecan caldo, caldo de cabeza de carnero con mondongo o vísceras, patitas y hierbabuena; Pachamanca, carnes diversas, papas y choclo o maíz tierno cocidos bajo tierra entre piedras calientes con hierbas aromáticas, al estilo prehispánico; Humitas, masa dulce de maíz rellena con canela y pasas, envuelta en hojas de maíz y cocida al vapor; Tocosh, la dulce mazamorra de papa . Además se pueden encontrar una gran variedad de productos tradicionales como: queso mantecoso, quesillo o queso fresco sin sal que se sirve con miel, jamón, mantequilla, miel de abeja, manjar blanco o dulce de leche y diversidad de frutas como: el capulí, membrillo, lúcuma, granadilla, chirimoya, guayaba, tuna, entre otras. También tenemos la Chicha de Jora, licor de maíz macerado cuyo origen data desde épocas anteriores a los incas.

En esta festividad de Santa Rosa se realiza bailes populares, cada funcionario tiene su celebración en su casa donde hay harto de comer y beber para todo el que allí asista, el funcionario que es dueño de esa casa también pone música y muchas cajas de cerveza, todo esto porque durante todo el año se encargan de realizar actividades para recaudar fondos e invertir luego en las celebraciones y que en estas no falte nada. se queman castillos, el pueblo se llena de luz , todo es algarabía. Una fiesta que concluye con la dramatización de la captura del Inca por parte de los españoles esto se lleva a cabo en la plaza de toros, para iniciar la corrida y posteriormente elegir a aquellos chiquianos que se harán cargo de la celebración el otro año o sea nuevos funcionarios.

La Plaza de Armas era el lugar de reunión aunque no se planeaba, nos encontrábamos con mucha gente de todas partes, incluso de Lima, que no veíamos algún tiempo. Uno de ellos fué mi primo Elvis quien había estado tomando unas cervecitas con sus amigos de infancia, en cuanto nos vió se emocionó mucho y se acercó a saludarnos; tanto fúe el gusto que alquiló una camioneta combi para pasearnos e ir a un festival que se llevaría a cabo en Aquia o "Paraíso Escondido", como le dicen.

Aquia es un distrito de la provincia de Bolognesi, departamento de Ancash, característico de la sierra peruana, ubicado a veinte minutos sobre Chiquiän (en bus). Está elevado a unos 3,600 m.

Subimos a la camioneta y empezó el paseo, fueron tantas curvas que perdí la cuenta y la camino de tierra levantaba mucho polvo al pasar, todo era muy tranquilo y silencioso. La garganta y nariz se nos secaron mucho, felizmente había llevado pañitos húmedos con los que nos mojábamos cara y nariz de rato en rato para poder soportar. Luego de treinta minutos aproximadamente llegamos al pueblito, había una regular cantidad de gente que rodeaba un altillo puesto en su Plaza de Armas y un animador presentaba los números artísticos, mientras la gente bailaba al son que les tocaban. Se veían grupos de amigos libando licor algunos con esposas y amigas, los niños corriendo y jugando alrededor de la plaza. Había mucha alegría , a pesar de lo olvidado que se tienen las zonas rurales cuando no están en fechas de festividad. Al dar una vuelta por el lugar vimos las casitas también rústicas y tenían en su parte externa acabados de madera. Los restaurantes bastante antiguos y humildes, se embellecían con el excelente trato y cariño de su gente quienes muy atentos se mostraban solícitos a los pedidos de los forasteros. Por el mercadito cerca de la Plaza había un cafetín al que entramos mi madre, hermana, Carlos y Yo a comer y tomar algo calientito, nos encontramos con una paisanita con su bebé recién nacido, que atendía y cuidaba a su hijo a la vez, no sé como se las ingeniaba pero lo hacía muy bien ; Norma que es Gíneco Obstetra no se resistíó ante los encantos de la criatura y empezó a hacerle algunas preguntas a la dueña del local, quien gustosa y con una sonrisa a flor de labios le contestaba. También le interrogamos acerca del lugar lo cual nos sorprendió ya que la "paisanita" había resultado ser muy culta y nos dio toda una clase de cultura, nos comentó relatos muy interesantes de su pueblo como sus orígenes. Por ejemplo , nos contó que los primeros habitantes del "Paraíso Escondido " que fueron a vivir a esos lugares eran de Chavín, llevando en su fé religiosa como dios al Apu Condor y como su capital de mayor población fué el cerro Ichik Aynuck hoy Jerusalén. La verdad es que nos dejó impresionados.

Luego, regresamos al grupo y seguimos viendo el espectáculo, cuando en un instante apareció Martin , sobrino de mi madre y la invitaba a subir a la camioneta que había llevado y que estacionó simulando una platea para gozar del festival folklórico, lo bonito era que adentro estaba su mamá que es prima de la mía y quería que además de saludrla, descance de la posición de pie en la que permanecía ya que en la Plaza no habían asientos y todos estabamos de pie.

Cuando subió se encontró también con otros familiares y la pasó muy bien.

Mientras tanto conversaba con mi hijo Carlos de las impresiones que tenía del lugar, él no podía creer que existiera un pueblito tan retirado de la capital que fuera tan chico , tan atrasado tecnológicamente y tan olvidado , le expliqué que eso se debía a que había poca o ninguna comunicación con este lugar.

Al inicio nos divertimos mucho viendo los números artísticos del festival y comiendo los ricos potajes ( pachamanca y picante de cuy con papas ) que nos brindaron; además Victor nos invitó unas cervecitas bien heladitas, tomábamos y bailábamos al son de la música. El que no se perdió ni una sola pieza fue Jorge quien se movía en su mismo sitio, él es muy alegre, sacaba a bailar a todas las damas de todas las edades, ya que la idea era divertirse y alegrar a los demás y lo estaba logrando porque además tiene mucho carisma con las personas, en especial con el sexo femenino.

Pero a medida que iba oscureciendo como que nos sentimos un poco inseguros y pedimos regresar .Como habíamos contratado un bus lo esperamos , esta combi aprovechando que estábamos en la fiesta, hizo varias vueltas de Chiquián a Aquia y viceversa, al principio nos molestó esta actitud pero después pensamos que el pobre chofer, estaría aprovechando la ocasión para ganarse algunos soles más, aunque también prestaba servicios porque no habían muchos carros y la gente que se había dado cita en ese pueblito tenía problemas para regresar, de todas formas cuando regresó nos recogió y emprendimos nuestro regreso a Chiquián. Cuando estábamos esperando el carro, nos impactó el trato que le daban los lugareños a los animales sobre todo lanar, vimos que a un carnero lo amarraron de las patas y lo subieron al techo del carro junto con las maletas como si fuera un paquete más ( de seguro la protectora de animales hubiera protestado de inmediato); Además vimos que un grupo de chicos ya bastante avanzados en tragos corrían de un lado a otro peleando, eso sí nos dió miedo, felizmente el carro llegó y pudimos salir de allí . Llegamos más o menos alas siete de la noche, teníamos que salir temprano de Aquia porque en las carreteras de esa zona no se ve nada y es peligroso por lo accidentado del camino, no cuenta con asfalto en las pistas .

Llegados al destino fuimos a un restaurante que se llama Huayhuash, allí se come muy rico hay muchos platos al escoger y sirven abundante. Comimos opíparamente y luego salimos a caminar para bajar la comida como de costumbre.

Nuevamente traía a mi memoria aquellos días que impactaron en mi vida, tanto que nunca los pude olvidar. Y ahora Dios me daba la oportunidad de revivir en cierto modo esos momentos claro que no de la misma forma. En esos días la energía que tenía era desbordante y contagiosa viviendo cada instante intensamente, me llamaba la atención todo lo que veía y me llenaba de curiosidad también y preguntaba acerca de los orígenes de cada lugar. De este modo me enteré de algunas leyendas por ejemplo, en uno de los parques donde hay un obelisco me dijeron que la persona que se sentara allí se quedaría para siempre y se casaría con un chiquiano. Ya me veo sentada encima de el. ¡Tantos recuerdos! , ¡ tantos momentos hermosos vividos en ese lugar ! los reviví en ese viaje de regreso y fuí muy feliz. No faltaron en esos días los pretendientes que engalanaban mi recorrido con invitaciones y serenatas. Era difícil escoger entre uno y otro porque todos eran muy cursis y salameros. Ahora estoy casada y tengo un hermoso hijo que seguramente amará la tierra de sus antepasados tanto o más que Yo.

Otro conocimiento que adquirí fué acerca de un importante personaje cuyo busto se encuentra en un parque que lleva su nombre y es Luis Pardo . Cuenta la historia que nació el 19 de Agosto de 1874. Fué el mayor de cinco hermanos, descendiente de una familia conocida y pudiente en Chiquián su tierra. Fué hijo de un señor hacendado llamado Pedro Pardo, propietario de la Hacienda Pancal, quien según la historia, participó en la montoneras caceristas en su lucha contra Nicolás de Piérola, quien se autoonombró gobernador de la provincia de Cajatambo y que murió durante una disputa con un cura terrateniente.

El "Bandido Romántico" como lo llamaban o "Robin Hood ancashino" , dió muestra de un gran temple, apenas a los 11 años de edad; cuando se vió obligado a vengar la muerte de su padre, quien fuera emboscado por los hermanos Alvarado, cuando se dirigía en un viaje vacacional a su hogar-hacienda los mató de dos certeros disparos de carabina; pero aquello no colmó su pesar. Su padre moría cinco días después del atentado y pronto la pena se llevó igualmente a su señora madre.

A los 20 años decide integrar, como su padre , las filas de los montoneros caceristas encabezados por don Augusto Durán.

Cerca de Barranca, el grupo tuvo un sangriento combate con los soldados de Piérola, siendo derrotados y tomados prisioneros. Luis Pardo tuvo que huir de la carcel para de allí en adelante ser contínuamente perseguido por la justicia.

Se enfrentó innumerables veces a la Fuerza Pública.

Luis Pardo Novoa, luchó contra la injusticia muchas veces doblegando la prepotencia de hacendados y dueños de minas. Trató de moralizar al hacendado, conminándolo a dar trato justo a los indios. A sus defendidos quiso darles dignidad.

Y así de aventura en aventura, venciendo a quienes abusaban del pueblo, enfrentando igualmente a la muerte en las pampas como en las ciudades , muere como caen los hombres de su estirpe, sólo, en una emboscada preparada por quienes no pueden enfrentarlo mirándolo a los ojos, directamente el 5 de Abril de 1909.

Al ser atrapado lo hieren gravemente y Luis Pardo se arroja a las torrentosas aguas del caudaloso río, después que una pedrada le impactara en la cabeza; luego 7 balazos atravezaron su ya desfalleciente cuerpo. Río abajo fué recogido por los pobladores, un alférez sacó su revolver y disparó contra el pecho y la cabeza del bandolero; enardeciendo a la misma población, que antes le acosó y ahora lo defendía.

A fines de 1955 en Chiquián, Luis Pardo Novoa, fue declarado "Hijo Ilustre y Benefactor de los Pobres", erigiéndole un mausoleo.

Así me enriquecí de tanta historia que pocos conocen y a mí, gracias al Señor de los cielos, me tocó aprender ahora.

Cuando oscureció nos fuimos a la casa de hospedaje a descansar y a lo lejos se escuchaba música, pensamos que eran celebraciones particulares pero como el pueblo es pequeño todos se hacen cómplices involuntariamente, de aquellos festejos.

Al amanecer Jorge a quien le había caído en Gracia mi hijo Carlos, lo invitó a visitar el establo de vacas para que viera como sacaban la leche para el desayuno, pero el no accedió a la invitación porque no tenía mucha confianza con el, por lo cual se fue solo. Sin embargo, nos contaron Norma y Victor que después de unos días cuando ellos se quedaron solos en el pueblito, tuvieron la oportunidad de ir y lo disfrutaron mucho tomando leche fresca recién salida de la vaca.

Durante los días que permanecimos en ese hermoso lugar recibimos muchas atenciones. Nuestros días eran tan ocupados que no podíamos cumplir con todos los familiares y amigos.

Por ejemplo recuerdo uno de los últimos días que estuvimos allí. En el desayuno la EEl Regreso mamá de Martin estaba celebrando el cumpleaños de éste y nos esperó con un suculento preparativo que terminó en baile. Por la tarde una prima de mi madre nos invitó pachamanca además, habían bocaditos chiquianos como alfajores, rosquirtas, etc. Y no podía faltar su taza de chica de jora. Sin darnos cuenta estuvimos hasta muy tarde de modo que saliendo de su casa ya no nos quedó otra cosa que irnos a dormir. Así sucedieron todos los días no teníamos casi tiempo de pasear en los alrededores por la cantidad de invitaciones que muy cariñosamente nos ofrecían. Unos días familiares y otros amigos. En nuestro programa de todas formas teníamos que guardar tiempo para ir a comprar cosas que traeríamos a nuestro regreso: de comer y de vestir como recuerditos para los amigos, etc. Y otras veces mandamos preparar alimentos como el delicioso jamón y los alfajores. Todo esto porque cuando una persona llega de viaje, siempre es cuestionada y le preguntan ¿Qué nos has traído.

Al regresar a Lima lo hicimos por separado, Carlos y Yo tomamos un carro de la compañía Cavazza que se encargan de llevar y traer pasajeros en esa ruta. Fué fácil conseguir el carro porque la agencia está en la Plaza de Armas y muy cerca del lugar donde nos habíamos hospedado, mi madre y hermana fueron a despedirnos , ellos viajarían a los dos días. Las mamás siempre están tristes cuando un hijo se separa de ellas, pero mi madre estaba más que triste porque nos hemos acostumbrado a estar siempre juntas e ir a todas partes. Ella tiene un problema de salud y es que, Las rodillas le duelen y ha perdido fuerza por la Artrosis que presenta y su rodilla derecha se encuentra en genu-varo, ya se le ha deformado. Esto hace que ella esté muy dependiente de mí. Además que una hija siempre trata a la madre con mucho amor y eso hace que se sienta más protegida. No digo que Norma le dé menos afecto pero ella se acostumbró conmigo. Es decir cuando nos separamos es una catástrofe , lo bueno es que solo es por unos días.

El camino fue lento y un poco triste para mí porque hubiera querido permanecer más tiempo en la sierra, en Chiquián. Pero los diferentes quehaceres me esperaban en la capital habíamos salido solamente por tres o cuatro días, a modo de relax . En el trayecto, saliendo a pocos metros de Chiquián se revienta una llanta del ómnibus y nos quedamos varados en Conococha, esto fué una suerte para nosotros porque aún cuando estábamos a 4,050 msnm pudimos apreciar su belleza y enterarnos un poco del lugar. Ya no nos sentimos como al inicio, pues nuestro organismo se estaba acostumbrando a las alturas, con una ligera falta de oxígeno escuchábamos embelesados las aventuras de los lugareños. Supimos que Conococha, es un gélido lugar de Ancash sin árboles ni flores, donde crece el ichu ennegrecido por el viento helado de la Puna, (el ichu, es una planta gramínea de hojas delgadas y punzantes, es una planta muy fuerte y con gran capacidad para adaptarse a las condiciones frías de la puna, con hojas en forma de tubos radiales para captar la humedad y con ápice o puntas muy duras, es un pasto de altiplano andino empleado como forraje para el ganado, principalmente de auquénidos).

La Laguna del mismo nombre está siempre cargada de truchas y sobre sus aguas nadan cuadrillas de patos silvestres. Es mudo, quieto y el viento es lo único que se mueve, silbando sin cesar en su danza con los pajonales.

Es increíble como puede vivir gente en esa zona tan helada y a tanta altura, sin actividad social alguna, solamente el hermoso nevado Pastoruri que se divisa desde allí y hace un pintoresco fondo embelleciendo el lugar y dando cabida a un hermoso atardecer ; mas en las noches frías y oscuras, es como si no hubiera vida y solamente nos queda dormir para reiniciar con un inesperado amanecer con el cielo despejado y sus nubes blancas suspendidas en la atmósfera que hacen un cuadro espectacular. Es una lástima que por el calentamiento global haya desaparecido una cueva de hielo que se encontraba en la zona norte del nevado Pastoruri, uno de los más importantes de la Cordillera Blanca . Así la desaparición de esta cueva ha dado lugar a la formación de una laguna que actualmente tiene doscientos metros de extensión. Este hecho ha sido reportado durante los monitoreos que realiza el Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena). En el año 2004 (estamos en el 2008), se pudo apreciar que el hielo retrocedía y en Marzo del 2007 la cueva ya había desaparecido. El desvanecimiento obedecea los factores climáticos, que no sólo enfrenta el país sino el mundo.

Casi sin sentirlo habían pasado cerca de cuarenta y cinco minutos y de repente el movimiento del carro nos hizo regresar a la realidad que pasábamos y que casi no nos dimos cuenta con tantos detalles con que los paisanos nos comentaban su historia.

Seguimos nuestro viaje pasando todavía por carreteras de tierra seca y nuestros cuerpos iban sintiendo como se normalizaba la respiración a medida que íbamos saliendo del clima seco y entrando al más húmedo, ya pudimos respirar mejor y nos quedamos dormidos más o menos una hora. Al despertarnos ya estábamos en Barranca, se notaba el cambio. Bajamos a tomar los alimentos pues era de tarde y debíamos almorzar, entramos a un restaurante no muy apetecible pero era lo único que había en ese momento. Este es un restaurante donde alberga a toda la gente que viaja a todo el Norte del Perú , ya que allí descansan para tomar sus alimentos varias agencias de viajes , así es que cuando llegamos ya estaban como seis omnibuses estacionados en la misma cochera. Mi hijo y Yo nos acomodamos en una mesa y solicitamos atención, el lugar estaba repleto de personas que viajaban a distintos lugares y los mozos que eran escasos no se abastecían para atender a todos. De todos modos pudimos comer un plato de pollo frito y un café, Carlos tomó gaseosa, cuando habíamos terminado de comer nos acercamos al bus y lo encontramos cerrado, los choferes aún no habían regresado de almorzar. Esperamos por lo menos quince minutos y luego abrieron las puertas para entrar al autobús.

Reiniciado el viaje empezamos a conversar Carlos y Yo acerca de toda la aventura vivida en nuestro viaje hasta que llegamos a la estación en la avenida Paseo de la República. Antes de bajar pudimos ver que mi esposo que tiene el mismo nombre de mi hijo, estaba esperándonos. El bus había tenido un retrazo de dos horas, por lo que fué muy agotador el estar en la estación ese tiempo, pero el reencuentro fué mucho más bonito porque teníamos que contarle al jefe de nuestra familia una hermosa aventura, él no pudo viajar por su trabajo. Pero estoy segura que para las próximas vacaciones no se lo perderá.

Camila


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